En un contexto internacional atravesado por la volatilidad de los precios y los cambios en la demanda global, la minería en Catamarca atraviesa un año con señales mixtas. Así lo describió el ministro de Minería de la provincia, Marcelo Murúa, al trazar un diagnóstico del presente sectorial, aunque con una mirada optimista hacia el mediano plazo, centrada en el impacto económico, la inversión y la generación de empleo.
Según explicó el funcionario, la caída del precio internacional del litio afectó el ritmo de avance de varios proyectos, especialmente aquellos que se encuentran en etapa de exploración y expansión. “Ha sido un año complejo, con una ralentización de muchos desarrollos vinculados al litio, producto de cambios en la demanda global y un precio que hoy no resulta el más tentador para nuevas inversiones”, señaló. No obstante, aclaró que los proyectos más avanzados continuaron su marcha, en particular los que ya se encontraban en fase de construcción de infraestructura.
A pesar de este escenario, Catamarca logró consolidar avances relevantes: durante el último año se incorporó el proyecto Tres Quebradas como el segundo emprendimiento de litio en producción, que se suma al histórico proyecto Fénix, el cual además incrementó sus niveles productivos. “Eso marca que, pese al contexto, la provincia sigue consolidándose como un actor clave en la cadena del litio”, subrayó Murúa.
El regreso del cobre y un nuevo horizonte de inversiones
Uno de los ejes centrales del análisis del ministro estuvo puesto en el cobre, un mineral estratégico para la transición energética y la industria global. Minera Alumbrera–MARA anunció la reactivación de tareas con vistas a retomar la producción a partir de remanentes del yacimiento Bajo la Alumbrera, un proceso que funcionará como etapa inicial para luego integrar el mineral proveniente de Agua Rica, dando forma al proyecto integrado MARA.
“Si las estimaciones se cumplen, en el primer semestre de 2028 Argentina volvería a producir cobre a escala significativa, y eso es un dato no menor”, remarcó Murúa. Si bien aclaró que el impacto inicial no alcanzará los niveles históricos de Alumbrera, destacó que permitirá reactivar empleo calificado, proveedores locales y capacidades productivas, sentando las bases para un nuevo ciclo metalífero en la provincia.
A este escenario se suma el proyecto Diablillos, de oro y plata, ubicado en Antofagasta de la Sierra, que actualmente se encuentra en evaluación de su informe de impacto ambiental para la etapa de explotación.
Empleo y proveedores, el verdadero impacto económico
Murúa hizo especial hincapié en que el principal impacto económico de la minería no se limita a las regalías. “La mayor parte de la inversión extranjera directa no se mide en regalías, sino en salarios y contratación de proveedores locales. Esa cuota es infinitamente superior a lo que recibe el Estado en concepto de regalías”, afirmó.
En ese marco, destacó el avance de una agenda común entre el Estado provincial, las empresas mineras, universidades, institutos de educación superior y proveedores, orientada a fortalecer capacidades locales. “De experiencias pasadas aprendimos que el mayor valor de la minería queda en el empleo y en los servicios. Ahí es donde Catamarca tiene que estar preparada”, señaló.
Si bien reconoció que la provincia no produce la mayoría de los insumos mineros, remarcó el potencial en servicios, construcción e infraestructura, sectores que se activan desde las primeras etapas de cada proyecto. Además, subrayó que actualmente existen empresas catamarqueñas con experiencia suficiente para asumir roles de mayor escala en desarrollos mineros complejos.
Estabilidad política e infraestructura como factores clave
El ministro también valoró la creación de la Mesa del Litio y la Mesa del Cobre como herramientas fundamentales para brindar previsibilidad a las inversiones. “Han sido decisiones políticas muy importantes. Gobernadores de distintos signos lograron consensuar políticas estructurales que aportan estabilidad, algo que la minería necesita”, explicó.
Para Murúa, si bien la minería es política de Estado en provincias como Catamarca, Salta, Jujuy o San Juan, aún falta consolidar ese enfoque a nivel nacional. En ese sentido, advirtió sobre la necesidad de políticas transversales que incluyan infraestructura, energía, logística y formación de recursos humanos.
En particular, señaló la postergación histórica de obras estratégicas en la región andina, como gasoductos, líneas eléctricas, rutas y ferrocarriles. “Pensar la minería como política de Estado implica también pensar infraestructura multipropósito, que beneficie a comunidades, proyectos productivos y energías renovables”, sostuvo.
Exploración, RIGI y diversificación productiva
Respecto al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), Murúa lo definió como una herramienta fiscal positiva, aunque insuficiente por sí sola. En Catamarca, los proyectos presentados ya contaban con desarrollos avanzados y encontraron en el régimen un incentivo adicional, aunque reconoció que las demoras en su aprobación generaron cautela y frenaron decisiones de inversión durante parte del año.
De cara al futuro, el ministro remarcó que la prioridad debe ser impulsar la exploración, la etapa más riesgosa pero clave para garantizar continuidad productiva. “Si no exploramos hoy, mañana no habrá qué producir. Tenemos que evitar que se repita lo que pasó con el cierre de Alumbrera sin un encadenamiento inmediato”, advirtió.
Finalmente, planteó una visión estratégica de largo plazo: utilizar a la minería como motor para diversificar la economía provincial. “Bien gestionada, puede apalancar el desarrollo de la agroindustria y el turismo, actividades más sustentables en el tiempo. La clave es la continuidad de los proyectos y políticas públicas que aprovechen ese impulso”, concluyó.
Con el litio en etapa de consolidación, el cobre asomando en el horizonte y una agenda enfocada en empleo, proveedores e inversión, Catamarca se encamina a un nuevo capítulo minero, donde el desafío central es transformar los recursos naturales en desarrollo económico sostenible.