Carlos Muia, presidente de la Unión Industrial de Catamarca, encendió las alertas sobre la delicada situación que atraviesa el sector productivo local y nacional. Frente al avance de las importaciones y la falta de medidas de protección, advirtió que muchas industrias están al borde del colapso.
En declaraciones al programa Mañana Central, transmitido por Ancasti Streaming, Muia remarcó que mantuvo una reunión clave con el gobernador Raúl Jalil, en el marco de una estrategia conjunta con el mandatario tucumano Osvaldo Jaldo, para instalar el tema en la agenda nacional. “Ambos gobernadores comparten la preocupación por sostener en pie a la industria textil y toda su cadena de valor”, expresó.
“Estamos a merced de los chinos y de Brasil, que devaluó un 26% su moneda. Eso nos deja fuera de competencia”, explicó el dirigente. Señaló que la apertura indiscriminada de las importaciones y la inestabilidad macroeconómica están generando un daño directo en las economías regionales y en el empleo privado.
Como parte de las gestiones para revertir esta tendencia, Muia participó de reuniones con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y con el secretario de Comercio de la Nación. Adelantó que habrá un nuevo encuentro en junio para insistir con propuestas que fortalezcan al aparato productivo. “Estamos tratando de darle una vuelta de tuerca, porque cuando se pierden industrias, se pierden puestos de trabajo, ingresos fiscales y capacidad de desarrollo”, advirtió.
El tejido industrial, bajo amenaza
Muia aseguró que comienza a notarse “una mirada con un poco más de atención” desde el Gobierno nacional, aunque todavía sin respuestas concretas. Valoró el rol de los gobernadores, especialmente en el norte argentino, como actores centrales en la defensa del entramado industrial. “Soy sincero: era escéptico, pero la atención que tuvimos fue muy buena”, reconoció.
Sin embargo, el referente fue enfático: “No se puede regalar el aparato productivo. No se pueden cerrar empresas y reemplazar todo por productos importados”.
Para Muia, lo que está en juego no es solo la competitividad de las empresas, sino la soberanía económica del país. “El mundo se conquista de dos formas: con armas o económicamente. Si permitimos una colonización económica, vamos a tener que cerrar nuestras industrias”, concluyó con preocupación.
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