La edición 2024 de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho ya deja señales claras de su impacto turístico y económico en Catamarca. A tan solo cinco días de su inicio, la provincia evidencia un fuerte movimiento hotelero, comercial y cultural, que refuerza su identidad y dinamiza el invierno en el Norte argentino.
Durante el fin de semana, la ocupación hotelera alcanzó el 68,7%, cifra que la ministra de Turismo, Cultura y Deporte, Daiana Roldán, definió como “muy buena y superior a la registrada en esta etapa del año pasado”. Si bien se prevé un leve descenso entre semana —común en eventos de larga duración—, las proyecciones indican un repunte a partir del jueves, con expectativa de “número redondo” de visitantes para el próximo fin de semana.
En paralelo, el Predio Ferial Catamarca se mantiene activo, con alto flujo de público en los espacios de artesanías, gastronomía y propuestas culturales. Aunque todavía no hay cifras oficiales sobre la cantidad total de asistentes, el dinamismo que perciben los operadores turísticos es elocuente: el Poncho no solo convoca, también deja huella.
Más allá de la celebración cultural, la Fiesta del Poncho se consolida como uno de los grandes motores de la economía regional. Empleo, turismo interno, ventas y visibilidad nacional convergen en una sinergia que potencia el desarrollo local.
Catamarca reafirma así su vocación como destino turístico, con una propuesta que entrelaza tradición y crecimiento económico.