Salar del Hombre Muerto: qué es y por qué es clave para Catamarca (y para el futuro del litio en Argentina)

Ubicado entre Catamarca y Salta, este yacimiento es uno de los más prometedores del país. Su riqueza mineral y su historia productiva lo convierten en una pieza clave para la transición energética a nivel mundial.

En el corazón de la Puna argentina, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, se extiende el Salar del Hombre Muerto, un vasto depósito salino de 588 km² que se ha convertido en uno de los epicentros de la producción de litio en América Latina. Por sus características geológicas, su ubicación estratégica y la magnitud de las inversiones que moviliza, representa una oportunidad única para el desarrollo económico de Catamarca y del país.

Una historia de litio en expansión

La explotación en esta zona comenzó en la década del 90 con estudios impulsados por Fabricaciones Militares. En 1997, la empresa FMC Lithium se estableció en el lugar a través de su subsidiaria Mineras del Altiplano S.A., marcando el inicio de la actividad comercial.

Desde entonces, el salar ha evolucionado hasta convertirse en una fuente destacada de carbonato de litio, materia prima fundamental para la fabricación de baterías recargables. Actualmente, una gran parte de la producción argentina es exportada a países como Alemania, China, Rusia y Países Bajos, mientras otra parte pasa por un proceso de industrialización local.

Qué minerales contiene y cómo se extraen

El salar se compone de una salmuera subterránea rica en litio, potasio, sodio, boratos, rubidio, cesio y bromo. Su extracción se realiza a través de pozos de hasta 200 metros de profundidad. El litio se separa mediante un proceso natural de evaporación en piletones solares, y luego es purificado para su uso industrial.

Este recurso posiciona a Argentina dentro del llamado “Triángulo del Litio”, una zona estratégica compartida con Chile y Bolivia, que concentra las mayores reservas del mundo.

Inversiones millonarias y empleo local

En 2023, los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta), junto con autoridades de la minera surcoreana POSCO, dieron inicio a la construcción de una segunda planta comercial del proyecto Sal de Oro, ubicada en la zona de cooperación biprovincial del salar. La inversión anunciada fue de 800 millones de dólares, y se espera que la planta entre en funcionamiento durante el segundo trimestre de 2025 con una capacidad proyectada de 23.000 toneladas anuales de carbonato de litio.

El impacto económico no se limita a las exportaciones. Esta expansión también promueve la creación de más de 1.000 empleos directos, el desarrollo de proveedores locales y una creciente articulación con comunidades originarias de la región.

Un recurso estratégico para la transición energética

El litio es considerado un mineral crítico en la agenda energética global. Su uso en baterías de iones de litio es clave para la movilidad eléctrica y el almacenamiento de energías renovables. Según un informe de la CEPAL, este recurso es “insustituible” en los esfuerzos por descarbonizar el transporte y avanzar hacia una matriz energética más limpia.

Fuente

Esta nota fue elaborada con información del sitio especializado Litio Argentina y otras fuentes oficiales y técnicas.

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